martes, 15 de mayo de 2012

La gravedad revela un exoplaneta oculto



Un método de cálculo basado en interferencias gravitacionales entre planetas ha permitido descubrir la presencia de un exoplaneta oculto que orbita alrededor de una estrella similar al Sol. Esta técnica ya fue empleada por el matemático Urbain Le Verrier para predecir la existencia de Neptuno hace más de un siglo, pero por primera vez ha hecho posible inferir un nuevo planeta oculto fuera del Sistema Solar. Los resultados, basados en datos tomados por el satélite Kepler, se publican en la revista Science. A pesar de que con las últimas tecnologías el hombre ha desarrollado telescopios muy potentes para observar los cuerpos celestes, muchas veces estos son muy lejanos, o por su posición y características no son detectables. Es preciso entonces `adivinar´ su presencia a través de, por ejemplo, el efecto que ejercen sobre otros astros. Esta es la base de la teoría de la perturbación gravitacional, empleada por primera vez por Le Verrier para predecir la existencia de Neptuno sobre la base de pequeñas variaciones en el movimiento de Urano. La base de este método es sencilla de entender. Los planetas que giran en torno a una estrella siguen una órbita cuyos movimientos están regulados por las leyes de Kepler. Cuando un planeta pasa en primer plano frente a la estrella, su luz se oscurece por un breve periodo de tiempo. Estos tránsitos son también periódicos y suelen tener la misma duración. "Para un planeta que sigue una órbita estrictamente kepleriana, en torno a su estrella madre, las propiedades de espacio, de tiempo, y de la curva de luz observada, deben ser inmutables en el tiempo", afirma David Kipping, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsoniano (EEUU), y coautor del estudio. Sin embargo, en ocasiones se pueden producir variaciones en estas propiedades. Una de estas excepciones se produce cuando un segundo planeta, debido a su gravedad, `tira´ del primero y produce variaciones en la órbita. Los investigadores identificaron, gracias a los datos del proyecto Kepler, una estrella similar al Sol, conocida como KOI-872, que mostraba tránsitos con fuertes variaciones en el tiempo. "Se hizo evidente que un objeto oculto de gran tamaño debía estar tirando del planeta en tránsito", afirma David Nesvorny, del Instituto de Investigación del Suroeste (EEUU) y director del trabajo. Mediante cálculos informáticos, el equipo mostró que las variaciones observadas se explican porque un planeta no detectado está orbitando alrededor de la estrella madre. Este es el primer trabajo en el que se ha aplicado la teoría de la perturbación de Le Verrier fuera del Sistema Solar.