viernes, 8 de junio de 2012

Convierten un silo de misiles en un bunker anti-apocalipsis, 2 millones el ‘piso’



Un antiguo silo de misiles en Kansas-EEUU ha sido remodelado para convertirlo en un edificio subterráneo a prueba de bombas, caídas de meteoritos y cualquier otro evento que pueda desencadenar un apocalipsis. El silo ha sido acondicionado y dividido en varias estancias como si fuera un edificio de viviendas normal y corriente solo que a unos 40 metros bajo tierra, donde en principio estás a salvo de aquello que ocurra en la superficie. Alguien podría pensar que es excesivo y que no hay que dejarse llevar por el alarmismo más aún cuando el precio de cada una de estas viviendas subterráneas anti-apocalipsis alcanza la astronómica cifra de 2 millones de dólares. Sin embargo, la realidad es que al poco tiempo de salir a la venta se han vendido todas, si estabas interesado en hacerte con una llegas tarde. En principio se trata de un lugar donde alguien podría resguardarse después de que ocurriera algún desastre natural o no, pero no creas que se trata de unas instalaciones al estilo ‘película de Hollywood’, aquí se hacen las cosas con estilo. El silo tiene espacio para 70 personas que podrían sobrevivir dentro durante años sin necesidad de salir al exterior, no solo tendrían a mano comida, agua y electricidad sino algunos elementos de lujo como jacuzzis y electrodomésticos de todo tipo incluyendo pantallas de tv de alta resolución simulando ser ventanas desde las que ves paisajes de todo tipo. La idea es poder sobrevivir en el interior de la construcción durante mucho tiempo de forma relativamente normal, esto incluye zonas de recreo, cine, escuela o un bar. Todo mientras en el exterior el resto de seres humanos intenta sobrevivir a hordas de zombies, radiaciones nucleares o al colapso de la economía mundial. Sobre el silo se encuentran unas turbinas que proveen de energía eléctrica que además se obtiene de un generador diésel. Para mayor seguridad, en el exterior se encuentran cámaras de vigilancia y el acceso a las instalaciones se limita con unas puertas de seguridad que solo se abren mediante un código especial. La persona detrás de esta idea es un ingeniero de software llamado Larry Hall y ha tenido tanto éxito que ya está pensando en repetir con otros silos abandonados que se encuentran a lo largo y ancho de EEUU.