Aunque el código genético de una persona permanece inalterable desde que nace, las moléculas de ADN que lo forman experimentan cambios químicos a lo largo de la vida. Y según ha demostrado Juleen Zierath, del Instituto Karolinska, uno de los principales impulsores de estos cambios denominados cambios epigenéticos es la práctica de ejercicio físico. De hecho, estas modificaciones del ADN podrían explicar por qué hacer deporte es tan beneficioso para el organismo . “Nuestros músculos son realmente plásticos”, explica Zierath, experta en Medicina Molecular. Concretamente, sus experimentos demuestran que el ADN del músculo esquelético tomado de una persona tras hacer ejercicio intenso contiene menos grupos metilo adheridos a sus moléculas que antes de ejercitarse. Estos cambios ocurren en tramos de ADN en los que normalmente actúan unas enzimas llamadas factores de transcripción, que Ziertah compara con “llaves” que “desbloquean los genes de los músculos”. Y esas llaves funcionan mejor cuando no hay grupos metilo "en medio" que "impidan el paso". Por lo tanto, los cambios del ADN causados por el ejercicio aumentan la capacidad del músculo para trabajar. Por si fuera poco, el ejercicio aumenta y mejora el metabolismo de los azúcares y las grasas. “El ejercicio es medicina, y altera nuestro epigenoma, mejorando la salud, a partir de una breve carrera”, concluye la investigadora en la revista Cell Metabolism.