Un nuevo estudio llevado a cabo por neurocientíficos y psicólogos de la Universidad de Freiburg (Alemania) revela que en situaciones de estrés los hombres no tienen un comportamiento agresivo sino que tienden a ser protectores y amigables. A través de una serie de experimentos, cuyos resultados se publican en la revista Psychological Science, Markus Heinrichs y sus colegas comprobaron que los individuos varones sometidos a estrés muestran un comportamiento social positivo frente a los sujetos control que no se enfrentan a una situación estresante. Sin embargo, el comportamiento social negativo (agresividad, castigo...) no se ve afectado por el estrés (ni aumenta ni disminuye).
Heinrichs asegura que, si bien ya se sabía por estudios previsto que antes de someternos a una situación de estrés el contacto social con un individuo que nos inspira confianza reduce la intensidad de la respuesta, ahora se confirma que durante los momentos de tensión también tendemos a ser amigables, simpáticos y compartir. Esto contradice la idea, aceptada durante más de un siglo, de que los humanos y otras especies animales muestran siempre una respuesta de "lucha o huída" ante el estrés.