Desde hace años en la Universidad de California Los Ángeles, la UCLA, están trabajando en el desarrollo de sistemas que generen energías limpias como la energía solar. Ahora, acaban de presentar una nueva celda solar basada en un polímero que se activa por el espectro infrarrojo, siendo transparente en un 70 por ciento, lo que le convierte en el candidato perfecto para instalarse como ventanas y obtener energía solar. Hace ya más de un año un grupo de investigadores del MIT inventó un film solar que no interfería en la opacidad de las ventanas y que conseguía generar electricidad gracias a moléculas orgánicas. Ahora, en la UCLA han creado un polímero fotovoltaico (PSC) que genera electricidad absorbiendo la luz infrarroja y permitiendo el paso del resto del espectro visible, haciéndolo transparente. Como explica el líder del estudio, Yang Yang, profesor de ciencia de los materiales e Ingeniería y director del Centro de Energía Nano Renovable en el Instituto de NanoSistemas de California, "estos resultados abren las puertas al uso de los celdas de polímeros transparentes en dispositivos electrónicos portátiles, ventanas inteligentes y la energía fotovoltaica integrada en edificios y otras aplicaciones". Y es que el cristal creado tiene una opacidad del 70 por ciento y, además, está creado a partir de una especie de plástico que, como explica el propio Yang, "se puede producir a gran escala y bajo coste". Para conseguir esta transparencia han fabricado esta nueva tecnología en una mezcla de nanocables de plata y partículas de dióxido de titanio, en lugar de los electrodos de metal opacos que se venían utilizando hasta el momento. Gracias a esta combinación se consigue una eficiencia de conversión energética del 4 por ciento que, aunque no es muy alta (las celdas solares superan ya con creces el 15 por ciento de eficiencia), se podría colocar sobre cualquier aparato.