lunes, 9 de julio de 2012

Tu cerebro opera de modo diferente en situaciones sociales



Las interacciones sociales hacen que nuestros cerebros se comporten de acuerdo con diferentes reglas y podrían influir en la manera de tomar decisiones, según un estudio que publica la revista Science. En los últimos años, los neurocientíficos cognitivos han descubierto que la gente raramente toma decisiones de forma aislada. Los humanos son sensibles a lo que otros piensan. Una rápida llamada telefónica a nuestra madre o una larga conversación con un amigo pueden hacernos pensarnos las cosas dos veces antes de tomar una decisión, a aportarnos el valor necesario para seguir adelante con un plan. "Existe una diferencia fundamental entre las decisiones que tomamos en grupo y las que se toma en situaciones individuales. El contexto social puede hacer que aquello que individualmente no considerábamos importante adquiera relevancia", apuntó Scott Huetel, coautor del trabajo. Huetell y sus colegas de la Universidad Duke diseñaron un experimento en el que una serie de individuos promedio sin experiencia en póker jugaron una partida sencilla virtual contra un humano y otra contra un oponente en el ordenador. Los participantes conocieron y saludaron a sus oponentes humanos justo antes de jugar la partida. Algunas veces, a los jugadores se les dio intencionadamente una mano perdedora y tuvieron que decidir si alardeaban ante sus oponentes y se marcaban un farol. Mientras juagabn y decidían os investigadores escanearon 55 regiones en los cerebros de cada participante, y utilizaron los datos resultantes de las imágenes de resonancia magnética nuclear para predecir cómo se comportarían los jugadores. De este modo descubrieron que la actividad neural en una pequeña región del cerebro llamada unión temporal-parietal puede ser utilizada para predecir qué decisiones tomaremos jugando al póker pero solo ante un oponente humano real. Entre otras cosas, porque nos ponemos en el lugar de la otra persona, intentamos averiguar qué está pensando y hacemos un esfuerzo por predecir si la decisión tendrá consecuencias en interacciones futuras. En definitiva, en situaciones sociales y no-sociales nuestro cerebro se comporta de modo diferente y nos guiamos por criterios distintos. “Entender cómo el cerebro identifica a los colaboradores de los competidores nos ayudará a entender fenómenos como la deshumanización y la empatía”.