miércoles, 18 de julio de 2012

¿Cómo "iluminan" los científicos las neuronas?



La optogenética es una técnica que se usa para `encender´ y `apagar´ grupos de células del cerebro y que está causando furor en el mundo de la neurociencia. El método combina la genética, la óptica y la virología y permitirá estudiar el papel de las neuronas en la depresión, la ansiedad, la memoria y la conducta social. ¿Cuál es la ventaja de `iluminar´ un grupo de neuronas? Cuando una neurona o grupo de neuronas se activan producen un efecto: un movimiento, un proceso fisiológico como puede ser respirar, etc. Con esta técnica se pueden activar grupos de células cerebrales sensibles a la luz y estudiar las acciones que se desencadenan. "Antes no disponíamos de métodos para ver como trabaja cada tipo de célula de forma individual, o cómo se coordinan. Ahora podemos medir directamente la actividad eléctrica en zonas diana mientras controlamos ópticamente los subtipos de células", ha explicado Karl Deisseroth, de la Universidad de Stanford, en el congreso de la Federación Europea de Sociedades Neurocientíficas (FENS), celebrado en Barcelona. El primer paso para `encender´ un grupo de neuronas consiste en seleccionar una proteína que sea sensible a la luz de un alga u otro organismo. Los científicos extraen el gen que sintetiza dicha proteína y lo insertan, mediante un virus inerte, en la zona del cerebro del mamífero que se pretenda activar. "Mediante técnicas ópticas y genéticas nos aseguramos de que únicamente los subtipos de células de la zona diana respondan al ser iluminadas", ha explicado Deisseroth. Cuando los científicos emiten rayos de luz láser, consiguen controlar estas células. La optogenética fue elegida por la revista científica Nature Methods como `el método del año´ en 2010 y cada vez son más los investigadores que la están empleando. Gracias a ella se espera llegar a comprender en profundidad las funciones del cerebro y desarrollar futuros tratamientos para enfermedades mentales y neurodegenerativas, como el Parkinson y el Alzheimer. "Si podemos pedir al cerebro que nos muestre como trabaja cuando está sano, y qué es lo que no funciona cuando no lo está, podemos identificar mejor qué es lo que habría que cambiar para que funcione mejor con el uso de las formas actuales de tratamiento", ha afirmado Deisseroth