jueves, 3 de mayo de 2012

Las videoconferencias del futuro: hologramas 3D a tamaño real


Gracias a las modernas computadoras y a Internet uno puede comunicarse potencialmente con una persona en cualquier parte del planeta siempre y cuando esté conectado a la Red. Quizás los que tengan menos años no lo entiendan, pero el hecho de poder ver a una persona situada a 15.000 km de distancia en la pantalla de un ordenador mientras mantienes una conversación era hasta hace relativamente pocos años algo que entraba de lleno en el terreno de la ciencia-ficción. El siguiente paso podría incluso ser más impresionante si este proyecto sigue adelante: imagina ver a la persona con la que estás hablando tal como si la tuvieras delante gracias a un sistema holográfico 3D. Incluso puedes rodearla y observarla por delante, por detrás o por los lados como si estuviera ahí delante tuya realmente. El nombre del invento es Telepod y lo están desarrollando en la Universidad de Queens en Canadá. Para que funcione correctamente es necesario echar mano de alta tecnología, pero la buena noticia es que esa tecnología está al alcance de casi cualquier bolsillo actualmente. El sistema gira básicamente alrededor de un cilindro que sirve de pantalla. Este cilindro es el que proyecta imágenes de forma que puedas rodarlas como si fueran objetos 3D reales, ya sean personas o cosas. La sensación final es casi que alguien se ‘teletransporta’ justo delante tuya. En el otro lado, el sistema de comunicación que genera las imágenes utiliza un grupo de diez sensores Kinect que se encuentran situados estratégicamente en la habitación remota desde la que se envía la imagen. Quizás tanto el cilindro-pantalla como el sensor Kinect puedan parecer demasiado complejos a la hora de instalar un sistema así en una vivienda particular o incluso en una empresa, pero no deja de ser un proyecto en desarrollo que seguramente encuentre un método más sencillo para capturar las imágenes. Lo interesante aquí es que literalmente puedes tener la sensación de estar viendo a la otra persona como si la tuvieras delante e incluso interactuar con ella. Imaginemos aquí charlas y conferencias que pudieran impartirse a distancia sin tener que viajar o simplemente tener la sensación de que tienes a alguien a quien aprecias justo delante.