No importa cuántos inventos veas llegados de esas tierras, siempre encuentras algo que te sorprenda de nuevo. En este caso lo que ves en la fotografía de abajo puede parecer solo un muñeco diseñado para participar como atrezzo en alguna película de terror nipona, sin embargo, en realidad se trata de una almohada que además es un robot. Como lo oyes, hemos dicho Japón ¿no?
El Hugvie es una almohada-robot inventada por el profesor Hiroshi Ishiguro de la Universidad de Osaka con aspecto humanoide y dotada de una serie de sistemas electrónicos en el interior para hacerla todavía más espeluznante.
Si miras por dentro encuentras un vibrador interno y un sistema que imita las pulsaciones de un corazón para darle un toque más humano. En la cabeza encuentras un hueco con espacio suficiente como para colocar un teléfono móvil o similar.
Llegados a este punto habrás imaginado cuál es la utilidad del Hugvie: estableces una llamada telefónica con alguien, introduces el teléfono en la cabeza de la almohada-robot y mientras mantienes la conversación puedes abrazarla.
Las vibraciones y los latidos del corazón varían según el tono que vaya teniendo la conversación. Si Hugvie detecta un tono de voz más alterado entonces reacciona de forma parecida a como lo haría un ser humano acelerando su frecuencia cardíaca.
La idea es sentir más cerca aquellas personas con las que hables en la distancia de forma que tengas la sensación de que las tienes entre tus brazos, como algún tipo de sistema de telepresencia. Es fácil imaginar una versión avanzada con forma de androide y aspecto similar al de Angelina Jolie, en cuyo caso seguramente habrá quien prefiera hablar por teléfono a hacerlo en persona, pero de momento el resultado actual es bastante inquietante.
