Se llama birradical Criegee, y a pesar de su nombre poco atractivo, esta partícula podría ser muy útil para limpiar la atmósfera de forma natural y compensar en parte el calentamiento de la Tierra. Un trabajo publicado en Science analiza los efectos revolucionarios de esta extraña molécula. Los birradicales Criegee son capaces de oxidar contaminantes causantes del calentamiento de la Tierra y presentes en la atmósfera como el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre. Los resultados del trabajo muestran que los birradicales aceleran la formación de sulfatos y nitratos en la atmósfera, compuestos que conducen a la formación de nubes con el potencial de enfriar el planeta. Estas partículas se pueden obtener a partir de oxígeno y gas metano y, aunque su existencia se había postulado ya en los años 50, hasta ahora nadie había sido capaz de detectarlos. El equipo de científicos pertenecientes a la Universidad de Manchester, la Universidad de Bristol y los Laboratorios Nacionales Sandia lo ha conseguido diseñando un dispositivo que aprovecha la luz de un acelerador de partículas sincrotón de tercera generación. Aunque aún habrá que realizar muchas más pruebas y predecir el impacto de la liberación de los radicales en la atmósfera, este trabajo abre una nueva vía para la búsqueda de soluciones a problemas como el de la contaminación atmosférica y el cambio climático.