Una gran erupción solar desencadenó el 22 de junio de 2011 una eyección de masa coronal que se desplazó a 1.400 kilómetros por segundo y alcanzó la Tierra ayer. La erupción solar se produjo a las 03:59 GMT del pasado lunes, y provocó el chorro de protones más potente desde 2005. Varios satélites de la ESA y la NASA, entre ellos SOHO, han seguido atentamente sus pasos. Una eyección de masa coronal (CME, en sus siglas en inglés) es una nube gigante de plasma magnetizado que parte de la atmósfera del Sol, la corona, hacia el espacio interplanetario. Ocurren a menudo asociadas a las erupciones solares. Las CMEs pueden producir tormentas geomagnéticas cuando alcanzan la Tierra, entre dos y seis días después de su emisión. La erupción solar fue más intensa que la media y la tormenta de protones es la primera de gran intensidad de los últimos siete años, pero no se esperan efectos visibles en Tierra. Y, por supuesto, no afectará a los seres humanos Es probable que esta CME genere en nuestro planeta tormentas geomagnéticas menores. La ESA ha anunciado que no es probable causen efectos graves en la infraestructura como las redes de telefonía, pero sí podría dar lugar a bellas auroras en las latitudes altas.