viernes, 3 de febrero de 2012

Identifican 'centros de humor' en el cerebro infantil


Científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, EE. UU., escanearon el cerebro de unos niños que estaban viendo diversos vídeos, y encontraron regiones cerebrales que son activadas mediante el humor. En el estudio, en el que participaron 15 niños y niñas con un desarrollo intelectual normal de entre 6 y 12 años de edad, fue aplicado el método de la imagen por resonancia magnética funcional (IRMf). Los vídeos mostrados a los niños fueron categorizados como divertidos, positivos y neutrales. Los estudios anteriores con otro grupo de niños había mostrado que para ellos ver vídeos positivos fue satisfactorio, pero no divertido. A su vez, los vídeos neutrales no eran ni satisfactorios ni divertidos. Al ver los vídeos divertidos en los participantes se activaban dos áreas cerebrales, que en los adultos de la misma manera responden al humor. Los niños demostraron una actividad elevada del área temporal-occipital-parietal, que procesa las señales incongruentes, es decir, la información inesperada, no coordinada. Sin embargo, en los niños esta área se activa en ambos hemisferios cerebrales, mientras que en los adultos solo en el hemisferio izquierdo. También los niños, al igual que los adultos, mostraron el sistema de recompensa del cerebro. Según los investigadores, cuanto mayor es un niño menos se activa este sistema como respuesta a las señales divertidas. Cuando los niños vieron vídeos positivos, en sus cerebros se activaba solo el sistema de la recompensa, pero no el sistema del procesamiento de incongruencias. Los investigadores deducen que el elemento clave de la percepción del humor, no solo para los adultos sino también para los niños, es la sorpresa. A su vez, los vídeos neutrales no provocaron la activación ni del área temporal-occipital-parietal, ni del sistema de procesamiento de la recompensa. Según indicó el principal autor del estudio, Allan Reiss, el humor es un componente muy importante de la salud emocional, ya que mantiene las relaciones, desarrolla la función cognitiva e incluso la salud médica. Los investigadores esperan que su trabajo ayude a entender mejor cómo pueden influir las emociones positivas, como el sentido de humor, en el bienestar de los niños.